Consiste en un paradigma de cambio en la perspectiva del origen de la enfermedad, desde la desregulación del sistema nervioso: maestro de nuestra orquesta biológica. Al comprender el funcionamiento del mismo en cada persona,  podemos comprender que  este tejido nervioso es una carretera eléctrica por donde se comunica todo el organismo y donde pueden ocurrir daños que generan irritaciones y campos interferentes que no permiten un funcionamiento fluido y saludable. A largo plazo, el daño es este circuito puede acarrear distintas enfermedades.

Desde este enfoque, se busca las irritaciones del sistema nervioso principalmente a través de la historia de vida y aplicamos anestesia local en bajas dosis en estos lugares de irritaciones o sitios de dolor, para que estos estímulos eléctricos permitan mejorar la comunicación del sistema nervioso periférico, regulando los estados de hiperalerta y activando los estados de relajación y reparación a través de la estimulación del sistema nervioso parasimpático, encargado de esta función. Es una medicina biorreguladora que estimula los procesos de sanación propias de los mamíferos, con aplicación en distintas patologías crónicas, dolorosas, endocrinas, inmunológicas y apoya la salud mental y emocional.